Antecedentes
La Disciplina Positiva es un programa basado en la obra de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs y está diseñado para enseñar a los jóvenes a convertirse en miembros responsables, respetuosos y con recursos para aportar a sus comunidades. El Dr. Adler introdujo por primera vez la idea de la educación de los padres en los Estados Unidos en la década de 1920. El abogó por el trato respetuoso a los niños, pero también sostuvo que los "mimos" pueden echar a perder a los niños dando lugar a problemas sociales y de comportamiento.
Las técnicas en el aula, que fueron introducidas inicialmente en Viena en la década de 1920, fueron traídas a los Estados Unidos por el Dr. Dreikurs a finales de 1930. Dreikurs y Adler proponen un enfoque "democrático" en la crianza de los hijos. Con base en estas enseñanzas La Dra. Jane Nelsen y otros co-autores escribieron la serie de libros de "Disciplina Positiva" en dónde enseñan a desarrollar importantes habilidades sociales y a ver la vida de una manera respetuosa y alentadora a los niños, padres, maestros, nanas, jóvenes, adultos y organizaciones. Actualmente el programa de “Disciplina Positiva" como modelo de gestión en el aula está teniendo mucho éxito en las escuelas de los Estados Unidos, donde se ha implementado. La evaluación formal para comparar las escuelas que utilizan el programa de "Disciplina Positiva" y las que aplican el sistema tradicional, apenas se está comenzando, sin embargo, existen evidencias de mejora en escuelas dónde se está aplicando este programa; por ejemplo, una |
escuela primaria de Sacramento, California, que aplica el programa desde hace 4 años, reporta que las suspensiones de alumnos han disminuido (de 64 al año a 4 por año), el vandalismo disminuyó (de 24 episodios a 2) y los maestros reportaron una mejoría en la atmósfera de salón de clases, el comportamiento, las actitudes y el rendimiento académico. Los estudios han demostrado en repetidas ocasiones que la percepción de un estudiante de formar parte de la comunidad escolar (que se "conecta" a la escuela) disminuye la incidencia de conductas de riesgo social (como el estrés emocional y los pensamientos o intentos suicidas, el cigarrillo, el alcohol y el consumo de marihuana, la conducta violenta) y aumenta el rendimiento académico. (Resnick et al, 1997; Battistich, 1999; Goodenow, 1993). |